Se establece en las condiciones de póliza el plazo para que se haga efectivo el pago de la indemnización que normalmente suele ser 2 meses desde la comunicación del impago a la aseguradora.
En ocasiones, la aseguradora, a través de su equipo de gestión de cobro, consigue recuperar las cantidades impagadas antes de que se cumplan los plazos indemnizatorios, por lo que no tiene que llegar a indemnizar.